Hablando sin hablar.

Parto de la idea  de que nada es fácil, menos fácil aún es estar sentada con alguien en un banco, en mitad de un parque , “ver” a los perros jugar e intentar mantener una conversación , explicándote y oyendo explicaciones que en realidad no hacen falta , surgen momentos de ausencia de palabras porque en el fondo no quieres hablar más, te quedas mirando un punto difuso y piensas , piensas en nada , simplemente el por qué de la conversación .

Y es que soy de las personas que piensa que a veces las palabras están de más.

Si en esta vida todo fuese quererse, los amigos no discutirían, los padres no regañarían a sus hijos, las parejas no se separarían . Entonces ¿es que hace falta algo más? puede que millones de cosas pero la fundamental es la forma en la que se quiere la forma en la que el término querer se aplica . Los amigos si son amigos de verdad , se quieren por encima de todo , se reconcilian , la madre que regaña a su hijo , le quiere más que a su vida y de eso un hijo se da cuenta , y en las parejas unas no llegan a ese grado de aplicación del término querer y entonces como es normal se separan , otras no se dan cuenta que están en esa situación y cometiendo un terrible error hacen lo mismo , y  ese error se repará si esa parte fundamental que no lo es todo pero que hace que el todo sea eso es de verdad e incondicional.

Querer a veces no lo es todo , pero muchas otras veces si lo es.